ENTREVISTA
JAVIER ARIZABALO
Artista Pintor
por Alejandra Tapia
PERIODISTA - Barcelona
Javier Arizabalo: “La imagen de lo real siempre debería... afectarnos con un sentir positivo”. .
El artista español repasa la escena actual del arte figurativo y los sentimientos que provocan en él trabajar, recreando con destreza cuerpos y texturas.
“Con pocos medios se pueden hacer cosas impresionantes”, dice el pintor Javier Arizabalo (56). El artista, nacido en San Juan de Luz, Francia, pero radicado en Irún, al norte de España, confirma esta frase diariamente en su trabajo, donde logra realizar obras magistrales con apenas unos pocos pinceles. “Dos grosores para el trabajo habitual, uno para manchar el cuadro, uno para detalles, otro para suavizar las pinceladas, y una brocha en el caso de grandes superficies”, explica.
Si bien estudió Bellas Artes, se dedicó en sus comienzos a trabajar como diseñador gráfico, hasta que hace 15 años decidió liberarse del estrés que tenía entonces su vida laboral, y retornó a la pintura, una actividad que le ha permitido, como dice, ser más dueño de sí mismo y que lo obliga a sumergirse en un estado de concentración tal, que hasta él llega un sentimiento de paz.
Precisamente esa sensación de plenitud se ve reflejada en la mayoría de sus obras, cuerpos, rostros, manos y texturas minuciosamente recreados, y que asombran a cualquiera que los mira por la destreza de Arizabalo.
“Impresionante, “increíble”, son algunos de los más de cien comentarios que acompañan la imagen de un pie pintado por el artista español, y que él compartió con sus seguidores en su cuenta de Facebook (Javier Arizabalo Garcia), como parte de las “píldoras” que ha ido entregando de su trabajo para la exposición “Proyecto Masterpiece”, de la colección Count Ibex https://ibex-masters.com/, donde se dedican a reunir rigurosas obras de lo que consideran “el fascinante mundo” del arte figurativo. Solo 24 artistas fueron seleccionados para realizar una “obra maestra”, entre ellos, Arizabalo.
-¿Cómo logras no caer nuevamente en el estrés en tu trabajo actual? Tu técnica es exigente, y a eso se le suman proyectos como esta muestra y talleres que dictas en varios países…
"El trabajo no es directamente el que provoca el estrés, sino las exigencias de los demás si quieres responder a lo que te demandan, la incertidumbre económica, el no verte en la ‘posición’ que crees deberías estar. Ahora, con el llamado hiperrealismo se le exige al pintor que el cuadro se asemeje a una fotografía. Afortunadamente, la pintura tiene más cualidades y objetivos en los que el pintor no tiene que aparentar ser eficiente como una máquina".
-Con todo, hace 18 años decidiste desarrollarte en el campo figurativo. ¿Por qué?
"Porque me podía diferenciar de las capacidades que podían tener el resto. “La imagen de lo real siempre debería afectarnos en un sentido positivo, si estamos sanos y despiertos. Eso puede motivar a retener esas sensaciones, a intentar reproducir y fijar esos momentos, lo mismo que hacemos con la fotografía. Lo que pasa es que la pintura no es la realidad, es otra cosa, se crea otra cosa. El reto no es la perfección para tener unos objetos impecables, sino la vida, llegar cada día a tener buenas sensaciones”.
-Pero en entrevistas anteriores has mencionado que el realismo no se encuentra en una escena fácil en la actualidad. "Vamos a contracorriente", has dicho.
“Como el arte entra formar parte de la productividad y como esta se acelera, entran las ‘cadenas de montaje’, las técnicas y tecnologías rápidas. El que una persona con una curva de aprendizaje larga, tarde decenas o cientos de horas en realizar un objeto restringe el mercado, no es económicamente provechoso para el negocio”.
-Algunos sostienen que hoy en día se está viviendo una “revolución silenciosa” en el arte, donde artistas figurativos han logrado a través de internet difundir su trabajo con éxito, pese a ir un poco en contra de las tendencias conceptualistas o abstractas que desde el siglo pasado parecen dominar la popularidad. ¿Crees en esta revolución?
“Lo bueno del tiempo actual, por un lado, es que tenemos la libertad de instruirnos en los apartados que queramos, ya sea como creadores, observadores o connoisseurs; y que también podemos mostrar y comerciar nuestro trabajo, en parte, sin pagar peajes al anterior modelo de distribución: galerías, marchantes y algunos medios. (Pero) el poder de la iconografía siempre va a estar ahí para el gran público, y son ellos los que van a hacer que algo tenga mayor o menor peso, y no el que nosotros vayamos ondeando banderas rojas por la calle”.
El realismo ahora cuenta con instituciones internacionales privadas que lo difunden, el MEAM (Museo Europeo de Arte Moderno), por ejemplo. ¿Crees que este apoyo está mostrando sus frutos actualmente? ¿Es suficiente?
“Es lamentable que el apoyo institucional público esté instrumentalizado hacia determinados sectores de la práctica. Quien vaya a un museo o feria como ARCO (Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid), llamado ‘de arte contemporáneo’, lo podrá ver.