Realizar una revista de Arte y Cultura, fue un sueño que comencé hace varios años. Algunos de los artículos y entrevista que hoy mostramos son parte de ese proyecto inicial. El objetivo no ha cambiado: crear un medio alternativo al mainstream, al arte oficial, para dar cabida a las disciplinas artísticas y sus artistas que resisten someterse a la visión única y totalitaria del posmodernismo. Y así, dar espacio al arte que el poder hegemónico mantiene fuera de radar y marginados de los circuitos artísticos tradicionales.

 

   Arte, que a pesar de su discriminación y marginación, es la creación que la mayoría de las personas esperan ver y oír. Si, porque a pesar del gigantesco lobby a favor del arte oficial y en contra del arte verdadero, es el arte que (sin mayor explicación ni intermediarios, ni curadores adiestrados para inducir el sentir) gusta sin más, eleva, conmueve y alimenta nuestro espíritu en una dimensión positiva, de bien. Es el arte que se enfoca en la belleza, en los trascendentales, y por ende se sustenta en la realidad multidimensional.

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   La revista no se pudo concretar antes, porque fue detenida por los insurrectos que atacaron a Occidente, hecho que constata que comenzamos tarde, cien años tarde, porque la degradación en las categorías de pensamiento, en el inconsciente colectivo, sobre todo en la juventud, ya había alcanzado una masa crítica que fuera funcional al proceso revolucionario deconstructivista. La misma fealdad y horror que antes solo veíamos en las “salas de arte” y museos, hoy salpican todas las calles, plazas y monumentos. Las performances se desenmascaraban y se mostraban sin pudor en actos de depravación y degradación del “Ser” del ser humano. La fealdad se tomó por asalto la civilización y cual picapedreros, sus esbirros, martillazo a martillazo iban destruyendo aquello que costó siglos en levantar.

    El ataque fue progresivo, comenzó desde el arte,  seduciéndonos con ese “seréis como dioses”, un engaño para atarnos en un encierro en nuestra propia subjetividad, en nuestra propia "diosa razón", oscureciendo a todo Occidente de relativismo ético y estético. Por eso, tanto antes como hoy, la creación de una revista que enfrente el arte con la profundidad que tiene, es fundamental para cualquier batalla cultural seria que se pretenda dar. Sin la recuperación de la belleza, la batalla cultural no sería más que un berrinche, una disconformidad superficial, económica, o de privilegios materiales. Pues no se estará atacando a lo sustancial, y en eso el arte es la clave.

 

Si, el arte es la clave, y poco apoco a través de las ediciones de Avanzada, podremos ir profundizando y demostrando por qué es así. Es un destino al que nuestro sector nunca navegó y al que el otro, muy inteligentemente (luciferinamente) degradó.

Los dejo afectuosamente invitados a disfrutar de nuestras páginas, a vivir la aventura de aprender algo no conocido, porque lo que en ellas contiene no solo los sorprenderá, sino que los cambiará, es la pastilla roja, es salir de la caverna, de la subjetividad posmodernista y atreverse a disfrutar de la realidad. Acompañados y guiados por un equipo de personas de bien, profesionales de un nivel internacional inmejorable del cual me siento privilegiado ser parte.